Los seres humanos somos seres sociales por naturaleza, y por esa condición convivimos con los demás, vivimos, en definitiva, en sociedad, y pertenecemos, al tiempo, a unidades familiares, tendiendo a formar la nuestra propia.
Y es ese conjunto de relaciones entre los miembros de esas unidades familiares, lo que regula el Derecho de Familia, en el sentido más amplio del término, desde la unión hasta la crisis de las mismas, entre otras, desde el matrimonio o la unión en pareja, el nacimiento de los hijos, la separación, el divorcio, la incapacitación o la muerte misma de la persona y sus consecuencias legales.